27 de febrero de 2009

Una pausa... dos poemas


Cuando tenía 5 años,  me sentaba a jugar junto a  mi padre quien estudiaba un poema para declamarlo. Lo transcribía de un viejo disco LP de 33 revoluciones que se llamaba “Leyendas de la Pampa”. Resultó que se me quedaron a mí dos de esos poemas. Y como no los encuentro por ningún lado en internet, los reproduciré hoy aquí.

El autor es Antonio Comas, conocido como “El indio Duarte”. Comas nació en la llanura de la “tierra de fuego” en la pampa argentina. Viajó a Colombia y en 1953 “discos fuentes” lo hizo su artista exclusivo. Grabó tres discos: Poemas Gauchos, Leyendas de la Pampa y El Duelo del Mayoral. Murió en 1965.



Hoy transcribo dos poemas, tal y como los recuerdo en la voz del autor en aquel viejo disco. La puntuación es mía, las pausas traté de representarlas con línea aparte y algunas palabras tal y como aún las recuerdo, pronunciadas por el indio Duarte.
Poema 1
“Testamento Gaucho”

Bueno mijo, según la ley,
ya somos casi, casi iguales.
Ya le ha entregado el juez el documento
que lo acredita como hombre.
De hoy en más, lo que haga,
lo que piense y lo que sienta,
tendrá que sustentarlo con su nombre,
su brazo, su plata y su conciencia.
Todita esa es la fortuna
con que a la lucha de la vida le entra
y usted sabe bien el empeño que hemos puesto
pa que al llegar a mozo las tuviera.

Mientras nos vamos acercando a casa,
onde estará su mamá, como clueca;
¿loca de ganas de abrazar al hombre
con que el cielo al final la recompensa?
le voy decir mijo las última palabras
que le guardó pa esta hora mi experiencia.
si le estorban: las oye y las olvida.
en cambio mijo si le sirven, las oye y las recuerda
pa que en esta forma
le ayude a encontrar el rumbo de este viaje largo,
bien largo que le espera.

Ser hombre, no se creerse más varón que cualesquiera,
ni de andar de reja en reja, en una dejando fama de borracho,
y en otra de manchar honras ajenas.

Las de la cantina, son pa por si acaso,
las que hay en la ventana, pa querencias;
son las que pone Dios
pa que resguarde su propio nombre en la custodia de ellas.

Ser guapo, no es andar golpiando gente
ni tampoco deshaciendo fiestas,
guapo mijo ¡es el domador!
que ve la muerte sobre al animal que muenta;
más valiente es toavía quien junto al arado, abre una velga
o se queman los fríos del invierno
o se abraza el sol de media siesta.

Cuando le toque ofertar algún servicio
que llegue su mano antes que su oferta.
La palabra y la firma no se niegan,
así le cueste soportar la vida
en lo más desgraciado de la pobreza.

Ser honrado mijo es el mérito más grande,
como no serlo: la mayor vergüenza.

Cuando le toque votar atienda bien,
cuando le toque votar, tenga presente
que en ese papelito que usted deja
deja lo más sagrado que tiene un hombre,
porque ahí deja usted su honor, su libertad y su conciencia;
y no vaya pensar que yo lo he creado a usté pa flojo,
no mijo… y escuche bien, escuche bien esta sentencia
que fue la condición de sus abuelos:

Aquel, aquel que no sabe ofender, no admite ni acepta ofensas,
nadie muere un día antes según la ley de Dios,
ni tampoco hay sangres de gallina en nuestras venas.
Pa defender la vida es el cuchillo,
pa castigar agravios la zotera,
y si un día, un extraño de su tierra
le perdiese el respeto a su bandera
¡ay si dinchalovarón! nunca más hombre,
nunca más firme el brazo ni la conciencia.

Americano, americano por raza o por orgullo,
americano a las buenas o a las malas
¡caiga el que caiga!
así llamen a su padre pa levantar el mismo su osamenta.
que el que mata, que el que mata o perece por su patria
ha cumplido las leyes de su tierra.

Poema 2
“Por la cría”

¡Oiga!
Si, a usté lo he llamado
porque supe que usté iba irse mijo.
Yo corrijo su rumbo, y es natural
si tiene gusto a sangre en la boca
lo comprendo.

Al hombre más curtido se le hace
ñudo entre el facón los dedos,
cuando le llevan la mujer querida
y lo dejan vacío por dentro.

¿Pero a qué continuar?
a qué continuar si yo le escucho
galopar su pensamiento
y al tiempo que le pido que se quede
uste muenta a caballo y hasta luego
¡vallase! vallase pa onde quiera
que yo me quedo a vigilar mis nietos.

está bien que ellos mañana o pasado
puedan sentir el amparo de su abuelo
pero no es lo menos.
no es lo mismo malcrearse en mis resongos
de que saquen en enseñanza de su ejemplo.
además, si los deja
aunque usté no quiera
siempre serán unos pobrecitos que andan
pegados al chiripa de un viejo.

pero ¿a qué continuar?
a qué continuar si yo le escucho
galopar su pensamiento
y al tiempo que le pido que se quede
uste muenta a caballo y hasta luego
¡vallase! vallase pa onde quiera
vallase a saciar en sangre sus deseos.

Pero oiga mijo,
como el viaje es algo largo
es necesario que cavemos sobre la sepultura de su madre.
Hay que cambiarle pa otro lado los hueso a la pobre finada.
Se le están viniendo encima los caminos
y cuantito descuidemos, le echan la cruz abajo
de tanto golpear contra ella los troperos.

Allí tiene una pala
¡sacúdale duro y parejo!
que yo ya estoy viejo y dichoco
pa estas faenas.
y pensar…
y pensar mijo que llevo treinta años,
treinta años costado de esta osamenta
que ha sido mi martirio y mi consuelo

¿cómo dice? ¿qué está muy dura la tierra?
¿qué parece que nunca fuera removida?
¡¿y no le estoy diciendo que son como treinta años
que hice esta zanja pa enterrar mi sueño?!

¡hunda! hunda la pala por ahi
por donde asome ese pedazo de cuero
¡tuerza, levante!
no se me ahogue en miedo.
que un hombre tan solo se marea a la hora
que se está muriendo.
está asustado porque ha visto que ha sacado
un cajón que no es de muerto.

déjeme abrir la tapa, que al abrirla
van a volar treinta años de misterio…
allí tiene: la bata florecida que perfumó mi vida,
el pañuelo, la cinta azul del velo, los zapatos puntiados,
las medias blancas que le compré en el pueblo
¡y aquel!.... aquel… aquel montón de hilachas
carcomidas por el tiempo,
la poyera punzó que usó pa su casamiento.

¡este… este mijo,
es el cadáver que he velado treinta años!
treinta años en silencio
pa que ninguno nunca
pudiera marcarlo con el dedo
ni refrescarle con el barro la vergüenza
que tuvo Fredencia de nacimiento.

Su madre… aunque le duela
su madre… igual que ahora su mujer se fue con otro
y al primer momento decidí lo que usté
de ir a cobrarme la deuda
cuchillo a cuchillo

¿pero para qué? ¿para qué?
si allá en el rancho
abandonado quedaba mi pobre hijo durmiendo,
un inocente,
un inocente que al final de cuentas iba pagar
pagar lo que yo había hecho.

me mordí desesperado las manos
envainé mi cuchillo, y enterré silencioso estos despojos
y me dispuse a continuar viviendo
sonriendo por fuera
pero con la muerte… con la muerte adentro
pa que usté
pa que usté mijo
se creara limpio en hombre
trabajador… y honrado de pensamiento.
ahora, ya me puedo morir tranquilo
queda usté con el secreto pa que diga algún día
si ha servido di algo, tanto sufrimiento.

Saque esa cruz
¡¿qué saque esa cruz le ordeno?! (grita)
empareje el terreno ¡y vallase!!!
vallase pa onde quiera
que yo me quedo a vigilar mis nietos

¿cómo? (risa con llanto)
Huye pa su rancho
se ha echado sobre los ojos el sombrero
¡va llorando!
¡¡no importa mijo!! (sube la voz)
no importa que padezca
yo lo hice por usté
y usté sufra por ello.

gracias tata Dios, gracias señor
por fin comprendo,
por fin comprendo por qué me hiriste
en la mitá del pecho.
las penas que sufrí
resultan chicas y las comparo con el bien que han hecho
te ensañaste con un pobre gaucho
para que tú y todo este mal 
fuese la dicha de un abuelo.

VERDADES AMARGAS

Yo no quiero mirar lo que he mirado a través del cristal de la experiencia,
el mundo es un mercado donde se compran honores, voluntades y conciencias.
Amigos es mentira, no hay amigos; la verdadera amistad es ilusión,
ella cambia, se aleja y reaparece con los giros que da la situación.

Amigos complacientes sólo tienen los que disfrutan de ventura y calma;
pero aquellos que abate el infortunio, sólo llevan tristezas en el alma.
Si estamos bien nos tratan con cariño, nos buscan, nos invitan, nos adulan;
más si acaso caemos, francamente sólo por el cumplimiento nos saludan.

En este laberinto de la vida, donde tanto domina la maldad, 
todo tiene su precio estipulado: amores, parentesco y amistad.
El que nada atesora, nada vale, en toda reunión pasa por necio;
y por nobles que sus hechos sean, sólo alcanzan la burla y el desprecio.

Lo que brilla no más tiene cabida, aunque brille por oro lo que es cobre;
lo que no perdonamos en la vida es el atroz delito de ser pobre.
La estupidez, el vicio, y hasta el crimen pueden tener su precio señalado,
las llagas del defecto no se miran si las cubre un diamante bien cortado.

La sociedad que adora su desdoro, persigue con su saña al criminal,
más si el puñal del asesino es de oro, enmudece y el juez besa el puñal.

25 de febrero de 2009

Fondos de escritorio Kaibil

Milton Muñoz, Diseñador gráfico, Paracaidista y amigo personal ha elaborado estos magníficos diseños para la Brigada de Fuerzas Especiales "kaibil" en ocasión de su XIX, aniversario.

Gracias Milton.






Vea otros fondos de escritorio que Milton ha diseñado aquí

Liderazgo basado en principios

Colaboración de:
General De Brigada
José Luis Barrientos Paau

El manual de Liderazgo del Ejército, describe que valentía moral es cuando se hace algo basado en sus principios morales, a sabiendas que dicha decisión podría acarrearle problemas. Se necesita tener un valor peculiar, indica el manual, para apoyar decisiones impopulares y dificultarle a los demás tomar el mal camino. 

Durante el año 2004, vimos las publicaciones de medios de comunicación escrita, en los cuales se daba la noticia de ex funcionarios que producto de sus gestiones oficiales, se veían involucrados en actos ilícitos, sin embargo, quienes les conocían como personas hubieran asegurado que tal y como los mismos encartados lo expresaban, habían cometido un error o habían sido engañados. El hecho es que cuando se toma un decisión se hace necesario estar consciente del porque de la acción que se va a tomar. 

A lo largo de su historia el hombre ha buscado la forma de conocer el por qué de la conducta humana. Son emblemáticos los actos como el de Diógenes quien lámpara en mano buscaba personas cuya conducta fuera digna de apreciarse. Por otro lado a Napoleón Bonaparte se le atribuye una frase que dice más o menos así: cuanto más conozco a los hombres, mas aprecio a mi caballo. 

En el pasado reciente, una de las empresas más connotadas en el mundo, el gigante de la energía, Enron, se desmoronaba estrepitosamente en medio de un escándalo de prácticas impropias de sus funcionarios, que la llevaron a la ruina económica. Este suceso levantaba el revuelo del empresariado y la sociedad americana, quienes se preguntaban cómo era posible que un suceso de esta naturaleza acaeciera en su país. 

En la actualidad se utiliza un concepto para definir a los países cuyas condiciones de adversidad política, económica y social, les impiden resolver sus problemas internos y por el contrario, organizaciones de naturaleza delictiva se apropian del poder y la conducción, a los cuales se les denomina “estados fracasados o fallidos”. En la mayoría de los casos, la paradoja de estos países es que son naturalmente ricos y la razón de su fracaso es: la conducción corrupta, de líderes que privilegian su interés particular frente al del social, que sería la lógica de todo funcionario de gobierno. 

No sería difícil continuar listando los casos en que la ausencia de una dirección basada en principios favoreció el fracaso de un proyecto individual o social. 

¿Qué podemos interpretar de todo esto? 

La conducta humana es susceptible de variaciones independientemente de lo que se haya propuesto.

El resultado de los proyectos depende de una dirección cuyo sustento sean principios basados en el objetivo establecido.

Sustentarse en principios puede constituir una condición que se torne adversa a quien la adopta. 

Con  tales características ¿Qué sentido puede tener asumir una conducta basada en principios si el resultado son costos para quien la adopta? 

El apóstol Pablo ante la comprensión de tales características decía Romanos 7.24: Miserable de mi, ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? 

El liderazgo basado en principios, es aquel cuyos dilemas éticos los dirime en base a lo que está en la ética socialmente aceptado. Encontramos entonces que esto constituye un escalón más a salvar, debido a que, en determinado momento ni aun eso sería suficiente.

Cuando hablamos entonces de liderazgo basado en principios, conviene hacerse la pregunta cuáles principios. 

En una oportunidad el Señor Jesús fue consultado maliciosamente sobre si era lícito pagar o no el impuesto. La respuesta implicaba quedar entre la espada y la pared. Si decía si, sería considerado como traidor a los judíos por apoyar a Roma, no por detractor de Roma, sin embargo, había un principio para el Señor muy claro y en base a esto dio su respuesta: Dar a Dios lo que es de Dios. 

En otro momento le preguntaron cuál era el mandamiento más grande y él respondió: Amaras a Dios por sobre todas las cosas y el segundo amaras a tu prójimo como a ti mismo, que en otro pasaje se reitera: todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros así haced también con ellos. 

El apóstol Pablo da un principio para el liderazgo Colosenses 4:2 Todo lo que hagáis hacedlo para el Señor no para los hombres. Esto pone un grado superlativo de exigencia de calidad en lo que uno hace, porque ya no está actuando en función de sus intereses o de los hombres, sino de los de Dios. 

Los aspectos expuestos nos permiten identificar algunos requisitos para lograr una vida cuyo liderazgo se base en principios. Ahora ¿Quién necesita vivir una vida de liderazgo basada en principios?. Si ententemos liderazgo como influencia, podemos identificar facilmente que la mayoría de nosotros estamos ejerciedno alguna influencia.


General de Brigada José Luis Barrientos Paau: Oficial del Ejército graduado en la Escuela Polítecnica, casado con Vely de Barrientos con quien procrea 3 hijos: Luis Esteban, Ana Sofía y Raquel Elizabeth. Desepeño de cargos diversos en el Ejército, entre ellos: Instructor de cadetes en la Escuela Politécnica, Comandante de Compañía de Paracaidistas, Comandante del Segundo Grupo de Fuerzas Especiales Kaibil, analísta en el grupo de apoyo de la Comisión de Paz del Gobierno, Comandante de la Brigada de Tropas Paracaidistas, Director General de Política de Defensa, Comandante del Comando Superior de Educación del Ejército, Inspector General del Ejército.

Formación académica:Diplomado en Estado Mayor, Licenciatura en tecnología y administración de recursos, posgrado en Derechos Humanos, posgrado en Gobierno y Gestión Pública, curso sobre Operaciones Multidisciplinarias de Paz.

Otros datos importantes: Tesis: La capellanía, alternativa para el equilibrio emocional del personal militar, además articulos para la Revista Militar de Guatemala y conferencista en diversas universidades en temas como el proceso de paz, el enfrentamiento armado interno y la evolución del Ejército de Guatemla en diversas areas.
Presidente de la Asociación de Militares Cristianos de Guatemala (2005-2006), miembro de la Iglesia Evangélica del Nazareno.

20 de febrero de 2009

Competencia kaibil 2009



El 6 de marzo de 2009 se celebrará el XIX aniversario de fundación de las Unidades de Fuerzas Especiales del Ejército de Guatemala. Como parte de la celebración se ha organizado la “Competencia Kaibil 2009”, en la cual participarán oficiales y soldados de todas las brigadas militares del Ejército de Guatemala.

Esta actividad físico-deportiva-militar tiene como propósito fortalecer la unión y el espíritu Kaibil. A lo largo de la competencia se pone a prueba la resistencia física, la coordinación, trabajo en equipo, moral militar, confianza y la habilidad para dominar la situación bajo condiciones críticas.

La competencia consiste en tres eventos contra reloj, tiempo corrido desde el punto de partida: Ciclismo de montaña, carrera pedestre y tiro con fusil. Se trató de dar a cada evento un grado de dificultad adicional para poner a prueba el temple y habilidad para distribuir la energía disponible en una misión cuyo terreno y circunstancias se desconoce o se tiene muy poca información.

Por ejemplo la ruta del ciclismo tiene partes con obstáculos naturales provocados por la erosión de las corrientes fluviales que se desbordan sobre el camino a causa de la precipitación constante en la región. Durante los reconocimientos iniciales uno de los organizadores quedó fuera tras una aparatosa caída que le provocó fractura expuesta en una falange del dedo de la mano izquierda.


Esta fotografía muestra la ruta del movimiento en bicicleta hasta el punto de partida.

A lo largo de la ruta, población civil organizada en la reserva militar, prestará atención en caso de accidente, tal y como lo hicieran con el Capitán, ejecutivo de compañía, que resultó con fractura expuesta. La dificultad de acceso en vehículo al área, las limitaciones de evacuación aérea por las condiciones climáticas imperantes y la dificultad en las comunicaciones por la topografía del terreno; hacen de esta competencia un reto muy importante, que rebasa la condición de un evento deportivo o juego, para convertirse en una prueba personal para llegar a la meta o sobrevivir mientras llega el auxilio en caso de sufrir un accidente en área aislada.

A continuación se muestra la ruta de la fase de ciclismo de montaña y un album con fotos de la ruta



Fotos del recorrido en bicicleta

Al finalizar los veinte kilómetros de recorrido en bicicleta sobre terracería de tercera clase, cruce de cursos de agua cargando la bicicleta y librar peligrosos desniveles y derrumbes, los competidores – que realizan la prueba con botas, pantalón militar, casco y camisa de su equipo – dejan su velocípedo y continúan en carrera pedestre por una vereda donde están a punto de experimentar un flirteo entre sus cuerpos y la naturaleza viva y agreste de la selva en la reserva natural “Punta de Manabique”.

A continuación la ruta a seguir en la fase de carrera pedestre hasta el polígono de tiro y algunas fotografías del recorrido.





La ruta tiene agua hasta los tobillos en un ochenta por ciento; durante el recorrido los uniformes y accesorios de los competidores quedan literalmente trabados entre ramos tortuosos y armados de espinas pareadas que la tradición guatemalteca a bautizado a través del tiempo con atinados nombres como: caña brava, navajuela, uña de gato, cola de iguana, escobo, palma negra, jimba y otras especies ramnáceas.

Competencia Kaibil 2009 2


Además de esta cerril flora, la proximidad del río Pichilingo y su apremiante testarudez por desembocar en la bahía de Amatique, garantiza, a no pocos de los participantes, de contemplar alguna víbora barba amarilla (botrops asper) que trata estrermecida de huir del camino. El suero antiofídico debe estar distribuido al menos cada 400 metros.

Pocos segundos tienen para contemplar lo majestuoso de algún venado macho, que busca refugio entre la maleza por los intrusos en su territorio. Existen partes donde los derrumbes producidos por los movimientos naturales de tierra, obligan a utilizar brazos y piernas simultáneamente para sortear desfiladeros. Con suerte, alguno de estos troncos no estará poblado por colonias de “formica rufa” (hormiga roja).

No obstante el tormento producido por la naturaleza, el hombre hace lo suyo y obliga a los competidores a recorrer tramos a lo largo de riachuelos con troncos podridos y vegetación que provoca un retraso en el avance contra el tiempo. El objeto es encolerizar al participante para que se de cuenta que el coraje y el valor se forman a base de un poco de rabia, un poco de vanidad, un mucho de obstinación y vulgar placer deportivo. Es sobre todo, la exaltación de la propia fuerza física y mental.

En el trayecto deben cruzar el río Pichilingo dos veces: la primera sobre un puente de un hilo, estilo “paso de comando”; la segunda a nado. Personal especializado de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, ha garantizado que no existe peligro de ataque de lagartos durante el cruce del río.

Luego de seis – escasos – kilómetros en un infierno como este, los competidores llegan al polígono de tiro; el tiempo sigue corriendo, no hay premios individuales, la competencia es por equipos. 

Les espera su arma, con sus miras en cero, aceitadas, listas para ser usadas; el cansancio, los espasmos en el cuerpo y el ardor de laceraciones sumergidas en agua salada y producidas por la jungla, dificultan aún más, aplicar las técnicas más elementales de tiro: la respiración – que a este punto es agitada con el cuerpo tembloroso – y la presión en el disparador – precipitada por lograr el mejor tiempo – influyen notablemente en la alineación de miras y consiguiente puntería.

El tiro se ejecutará a distancia reducida, sobre blancos dibujados a escala que simularán distancias de 150, 175 y 200 metros.


Al terminar el evento, aquellos que son Kaibiles – ya que también pueden participar militares que no lo son – tienen el noble privilegio de subir un cable de diez metros de altura y besar el parche Kaibil, esto dará puntos extras a su equipo si lo logran. Es un bono de honor por ser Kaibil. Para los que no son Kaibiles este último evento es opcional.

Los equipos, con tres jueces asignados a cada uno, saldrán con intervalos de quince minutos. Al mejor tiempo se le otorgarán dos mil puntos y disminuye de 100 en 100 según orden de llegada. A este total se le sumará el total de puntos en el tiro y los extras de cable kaibil y cruce del río Pichilingo.

La Brigada de Fuerzas Especiales celebra por primera vez su aniversario en Puerto Barrios, pero desde 1990 quedaron oficialmente organizadas las primeras unidades militares especiales con el fin de ser empleadas en misiones que contribuyeran a lograr objetivos estratégicos para la Seguridad Nacional

Un entrenamiento en un ambiente simulado, seguro y controlado bajo condiciones físicas y emocionales críticas produce un elemento útil a su unidad y permite que esta actúe como un equipo perfectamente entrenado que emplee su arma rápidamente y con eficacia, contra todo tipo de blancos; capaz de hacerlo en diversas condiciones atmosféricas y tipos de terreno; moverse agresivamente cuando se encuentre bajo fuego

Coronel Jorge Ortega Gaytan, Los Kaibiles


8 de febrero de 2009

La renuncia el Comandante de la MONUC

El general Díaz de Villegas saluda a un general de Senegal (Foto: El País)

El 8 de febrero de 2009 se publicó en la edición electrónica de “El País” un reportaje sobre el informe que rindió en Nueva York el ex comandante de la Misión de Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUC), General Vicente Díaz de Villegas (español), quién renunció a su alto cargo luego de una “Apreciación Militar de la Situación”, sobre una misión que le asignó el mando político de la MONUC. Obviamente la apreciación que lo llevó a tomar tan difícil decisión le fue preparada por su Estado Mayor y por su Estado Mayor especial.

Con su decisión de dimitir, el General Díaz de Villegas no solo perdió su oportunidad de ascenso sino que representó el fin de su carrera, por cierto brillante hasta ese momento. Una situación tan dura para un militar forjado en el fundamentalismo más radical de la conciencia del deber y muy difícil de ser entendido por alguien que no comprende o desconoce las vicisitudes que en el ejercicio del mando se presentan.

Es importante comprender la diferencia entre ejercer el mando dentro del contexto de la Defensa Nacional y ejercerlo dentro del contexto de las Operaciones de Paz de la ONU.

El contexto de la Defensa Nacional abarca todas las operaciones dentro o fuera del territorio Nacional donde la Defensa de la Patria, es la inspiración para cualquier sacrificio en planeamiento, toma de decisiones y ejecución de operaciones. Todo esfuerzo o pérdida humana o material “es poco” cuando de salvar a la patria se refiere.

Sin embargo, en el contexto de las operaciones de paz, es diferente. Así como los países van a la guerra por una decisión política y envían a sus ejércitos, de la misma manera la ONU por razones de política mundial envían a sus contingentes en misiones de paz. Una misión de paz no está exenta de desarrollar operaciones ofensivas como es el caso de MONUC.

Por tanto un comandante en el contexto de las operaciones de paz, debe necesariamente considerar, su mandato específico (que obedece a un interés y decisión política), la seguridad de no combatientes y la seguridad de sus tropas. Tiene bajo su mando tropas de otras naciones. Todos organizados en una gran unidad militar para cumplir una misión militar con un objetivo político estratégico de la ONU.

En el proceso de toma de decisiones, un comandante sopesa con su Estado Mayor, el grado de riesgo mínimo aceptable que representa una misión.  En el contexto de la Defensa Nacional (de la patria) los pensamientos más estoicos y abnegados dirán siempre que no hay riesgo que considerar si la patria está en peligro. Los cadetes de la Escuela Politécnica (academia militar para formación de oficiales) del ejército de Guatemala: gritan todos los días: “Se puede abandonar a la patria, dichosa y triunfante; pero amenazada, destrozada y oprimida, no se le deja nunca, se salva o se muere por ella”.

Este no es el caso en el contexto de las operaciones de paz. Por consiguiente el riesgo mínimo aceptable, debe ser realmente “mínimo” principalmente para evitar víctimas “no combatientes” y por supuesto para seguridad de las tropas, que actúan como mediación por un mandato – político – de la ONU.

El caso de Srebrenica por ejemplo en 1995, una zona declarada “segura” para los Bosnios por la ONU, encomendada a un Comandante de Batallón, el Teniente Coronel Thomas Karremans, al mando de 400 cascos azules holandeses. Los Bosnios aceptaron las condiciones de la ONU de entregar sus armas a las fuerzas de la ONU, pero los Serbios, al verlos desarmados, atacaron la ciudad y masacraron 8,000 personas. El comandante holandés tenía que proteger a los bosnios con 400 soldados ante el poderoso ejército Serbio. Pidió refuerzos desesperadamente pero no fueron atendidas sus peticiones; su mandato (de la ONU) le impedía atacar a los serbios.

¿Debía enfrentarse el Teniente Coronel Kerremans y sus 400 holandeses y morir heroicamente frente a los más de 10,000 hombres del ejército serbio que luego, de todas formas, masacrarían a los 8,000 bosnios?   O sencillamente ¿Debía limitarse a cumplir con el mandato de la ONU que le impedía atacar a los serbios?

Estas son las decisiones que aprecia militarmente un comandante en el contexto de las operaciones de paz, que son políticas. La muerte de los 400 holandeses hubiese sido más que justificada peleando contra cualquier fuerza, si fuera por la defensa de su patria Holanda.

Pues bien, Kerremans tomó la decisión de no enfrentar a los Serbios, la masacre ocurrió y la fuerza Holandesa no sofrió daño por parte de los serbios. Fue duramente criticado, arruinada su carrera militar, vituperado por los que preferían que hubiese muerto junto con sus soldados, tratando de impedir una masacre por una crisis  de otro país que no era el propio, al que había llegado por un interés político de los gobernantes de su propia patria. Kerremans tomó su decisión en base a una apreciación de la situación, como ahora lo hizo el General Díaz de Villegas. Sólo que el General Díaz previó un desenlace parecido al de hace 14 años.

El General británico M. Jackson reflexiona: “Todos los mandos militares deben hacerse a sí mismos dos preguntas: si una operación que entrañe riesgo, más allá de lo imprescindible, está justificada operativamente; y si soy capaz de vivir con el peso de estas bajas sobre mi conciencia”

De esto se trata la diferenciación de los contextos de la Defensa Nacional y de las operaciones de paz por parte de los comandantes.

Fragmentos del informe del General Díaz de Villegas:

El General Díaz de Villegas explica en su informe que se trataba de aplicar presión militar sobre grupos armados a través de acciones ofensivas para las cuales las tropas de MONUC no tenían mandato ni movilidad y los medios que esta implica. La orden del mando político de la MONUC tenía alcances fuera de la realidad. Las unidades sólo tenían capacidad para reaccionar y proteger a la población en las principales ciudades y rutas. En el resto del país, debían limitarse a la autoprotección. No existía ninguna evaluación de riesgos o amenazas y no se disponía de reservas. Es decir: si una unidad aislada de la MONUC o un grupo de civiles estuviese en peligro, no sería posible enviar refuerzos en su auxilio. Respecto al equipamiento de los cascos azules, faltaban aparatos de visión nocturna, armas pesadas, helicópteros, material médico e incluso munición suficiente para la comprometida ofensiva, según el informe.

Si fueran capaces de resistir un primer ataque o de lanzar una contraofensiva, las tropas de la ONU se convertirían en objetivo. Los principales cuarteles  (de los cascos azules) podrían resistir, pero los menos protegidos correrían un gran riesgo.

Villegas intentó convencer a su superior, el británico Alan Doss, máximo responsable político de la MONUC, de la necesidad de suspender la aplicación del plan, "pero él me dejó claro que su objetivo era aplicar al máximo el uso de la fuerza".  Algunos contingentes debían revisar sus capacidades, adaptarse a una misión más robusta. Hasta que se recibieran estas nuevas capacidades y yo pudiera redesplegar y reconfigurar la fuerza, el plan debía ser retrasado.

El General Díaz de Villegas termna diciendo: “sabía que mi decisión no iba a gustarle a nadie. Y pagué un alto precio personal por ella. Pero era mi deber como oficial. Debía sinceridad a mis subordinados y lealtad a mis superiores. No tenía otra elección".

Rererencia: El País

6 de febrero de 2009

Tirador 2000


El entrenamiento de tiro en polígonos de distancias reducidas es una solución para problemas de entrenamiento, tales como la falta de espacio suficiente que impide la práctica de tiro con fusil de asalto a distancias mayores.

El ejercicio de tiro que desde 1996 se denominó en el Ejército de Guatemala como “Tirador 2000” se efectúa con fusil de asalto calibre 5.56mm, en un polígono desde una línea de tiradores ubicada a 25 metros del blanco, para que disparando desde esta distancia a blancos reducidos a escala, produzca un efecto similar al que se obtendría en la realidad a blancos ubicados a distancias mayores de 25 metros.

El “Tirador 2000” se efectúa al aire libre porque se realiza con munición real 5.56 mm y fusil M-16. Para otros calibres o tipos de arma – el tiro a distancia reducida – se recomienda efectuarlo en un salón techado por el efecto del viento sobre el tipo de munición que es más corta de lo normal, hueca, perforada longitudinalmente o esférica. Esto con el propósito que sea liviana y se impulsa con una cantidad mínima de pólvora. Rifles de viento y similares se pueden utilizar también en salones para practicar, a escala reducida, con énfasis en otros factores del tiro como la posición, la alineación de miras, la respiración y la presión en el disparador; antes de pasar al tiro con munición real en campo abierto.

El ejercicio “Tirador 2000” tiene dos fases: Introducción y clasificación. Sólo aprobando la primera puede realizarse la segunda. Cada fase tiene un tipo específico de silueta con blancos a escala reducida, simulando diferentes distancias. 

Para ambas fases es necesario contar con mampuestas en la línea de tiradores que se ubica a 25 metros. La mampuesta debe ser fácilmente moldeable para adaptarse a la morfología del tirador para que apoye su fusil cuando le sea requerido y obtener mayor precisión en el tiro. Se recomienda el uso de costales de arena de diversos tamaños.

Antes de iniciar el tiro las mampuestas deben ser ajustadas a conveniencia del tirador.

Primera fase del tiro:
 
Condiciones

A una distancia de 25 metros,
Provisto de fusil M-16, seleccionar en el punto de mira posterior, la mira de largo alcance.
Mampuestas para tiro desde las posiciones de tiro “rodilla en tierra” y “tendido”, listas.
Dos cargadores: uno con 7 cartuchos y otro con 5 cartuchos.
En un tiempo máximo de un minuto y cincuenta y dos segundos (1’52”)
Colocado el cargador de 7 cartuchos, cargar y a la voz de fuego:

Disparar con mampuesta:

Rodilla en tierra, dos disparos a la silueta de 75 mts.
Tendido, dos disparos a la silueta de 175 mts.
Tendido, dos disparos a la silueta de 300 mts.

Cambiar tolva y colocar la que tiene 5 cartuchos.

Continuar disparando sin mampuesta:

Rodilla en tierra, dos disparos a la silueta de 75 mts.
Tendido, dos disparos a la silueta de 175 mts.
Tendido, dos disparos a la silueta de 300 mts.

El impacto cuenta si pega en cualquier parte de las siluetas. Para cumplir la norma de esta fase es necesario impactar los doce disparos en las siluetas. Aquel que cumpla esta norma puede pasar a la siguiente fase del tiro.



Segunda fase del tiro:

Condiciones

A una distancia de 25 metros,
Provisto de fusil M-16, seleccionar en el punto de mira posterior, la mira de largo alcance.
Mampuestas para tiro desde las posiciones de tiro “rodilla en tierra” y “tendido”, listas.
Dos cargadores: uno con 9 cartuchos y otro con 11 cartuchos.
En un tiempo máximo de dos minutos y treinta y seis segundos (2’36”)
Colocado el cargador de 9 cartuchos, cargar y a la voz de fuego:

Disparar sin mampuesta:

Rodilla en tierra, dos disparos a la silueta de 50 mts.
Rodilla en tierra, dos disparos a la silueta de 100 mts.
Rodilla en tierra, dos disparos a la silueta de 150 mts izquierda.
Rodilla en tierra, dos disparos a la silueta de 150 mts derecha.

Cambiar tolva y colocar la que tiene 11 cartuchos.

Continuar disparando con mampuesta al grupo de siluetas del lado izquierdo:

Tendido, dos disparos a la silueta de 200 mts.
Tendido, dos disparos a la silueta de 250 mts.
Tendido, dos disparos a la silueta de 300 mts.

Continuar disparando sin mampuesta al grupo de siluetas del lado derecho:

Tendido, dos disparos a la silueta de 200 mts.
Tendido, dos disparos a la silueta de 250 mts.
Tendido, dos disparos a la silueta de 300 mts.


Para dibujar las siluetas:

50 metros = 32 x 15.5 cm.
75 metros = 22 x 11 cm.
100 metros = 16 x 8 cm.
150 metros = 8 x 14 cm.
175 metros = 7 x 12 cm.
200 metros = 5.5 x 10 cm.
250 metros = 4.5 x 8 cm.
300 metros = 4 x 6.5 cm.
El pliego de papel sobre el que se colocan las siluetas es de 43 x 62 cm.


5 de febrero de 2009

Batalla de la Arada, 1851



El aniversario de las Fuerzas de Tierra del Ejército de Guatemala, se celebra cada 2 de febrero. Esta fecha fue seleccionada en memoria que el 2 de febrero de 1851 se produjo la batalla de la Arada. Desde la independencia en 1821 la guerra había prevalecido entre las naciones centroamericanas a causa de las corrientes conservadora y liberal, que promovían la independencia de Estados y mantener la federación centroamericana respectivamente.


En 1847 Guatemala, gobernada por el General Rafael Carrera (Conservador), se declaró Estado independiente de Centroamérica. Fue el último de los cinco países en proclamarse como tal. En los cinco países continuaba la corriente liberal de la unión, y por ello en noviembre de 1849 se realizó en Chinandega, Nicaragua el pronunciamiento de la Brea, donde se proclamaba la unión centroamericana y esto por supuesto no agradó al gobierno conservador de Guatemala. El poder militar que representaba Guatemala y su ejército era un obstáculo para la unión y por lo tanto había que combatirlo. De esta forma El Salvador y Honduras se aliaron y sus presidentes: Doroteo Vasconcelos y Juan Lindo (liberales que anhelaban la unión centroamericana) nombraron como jefe de esta campaña al General José Dolores Nufio.



La táctica utilizada por las fuerzas guatemaltecas ha sido objeto de importantes consideraciones en academias militares extranjeras donde se ha estudiado el movimiento que el ejército bajo el mando del General Rafael Carrera realizó para imponerse a las tropas invasoras que venían comandadas por experimentados militares franceses y que avanzaron hacia Guatemala.



Rafael Carrera explotó al máximo el factor geográfico. Conocía el terreno y logró canalizar a su enemigo en el lugar escogido para atacarlo a la hora indicada. La geografía humana fue bien empleada al aprovechar la condición social de los habitantes del área convencerles de alistarse en su fuerza armada para defender su tierra del invasor. El mejor terreno, con obstáculos naturales que obligaron al enemigo a aproximarse de la manera como el General carrera deseaba le otorgó la iniciativa en el combate, dando como resultado la victoria del ejército guatemalteco.



El paso hacia Guatemala por Chingo y por Chiquimula tenían valor estratégico. Las tropas de Guatemala eran oriundas del área, la mayoría de ellos milicias entrenadas en campañas anteriores en esos mismos terrenos. Mediante una estratagema el ejército guatemalteco logró atraer al enemigo a donde más le convino. El General Carrera movilizó estratégicamente una cantidad de tropas, equipo, armamento y servicios una distancia relativamente grande y en tiempo también relativamente corto. Esto si se considera las vías de comunicación y los medios disponibles de la época.








La victoria guatemalteca en la batalla de la Arada afianzó la hegemonía política y militar en la región. Guatemala se perfilaba como la máxima potencia centroamericana de la época.



En 1851 Rafael Carrera (conservador) se oponía a la unión centroamericana; 34 años después un presidente liberal (Justo Rufino Barrios, quien tenía trece años cuando se libró la batalla de la Arada) moría en combate por intentar la unión centroamericana. Tales los contrastes que la historia nos deja ver. Pero fue por eso que los liberales desde su triunfo en la revolución de 1871 influenciaron de manera que casi todos los textos de la Historia Nacional se inclinaran a magnificar la obra liberal, importante por cierto, pero también a desprestigiar y minimizar el trabajo de los conservadores. En ese sentido Rafael Carrera y todos sus actos de gobierno así como sus gestas militares, terminaron distorsionados en la mayoría de casos o simplemente minimizados cuando por su importancia no pueden tergiversarse u ocultarse.



El periodista Clemente Marroquín Rojas, en el diario la hora escribió sobre la batalla de la arada: “En Guatemala todos conocemos los incidentes de Chalchuapa porque allí murió Barrios, el héroe liberal, pero militarmente esa campaña fue un desastre y el comando militar fue inútil. Sin embargo, el mismo Ejército ha recreado la batalla de Chalchuapa en una documental para la televisión, en donde se reproduce el momento trágico de la muerte del Reformador y del Caballero Cadete Venancio Hall. A Barrios se le reconoce como creador del Ejército, pero desde 1871 para nuestros días no hay páginas tan brillantes como la que escribió Carrera, el dictador vitalicio reputado como analfabeta”.



A continuación un resumen de la Batalla sacado de un artículo de la “Revista D”, Prensa Libre, publicado en septiembre de 2004.



El Salvador y Honduras reunieron en el pueblo fronterizo de Ocotepeque, a unos cuatro mil soldados, a las órdenes de 11 generales. Confiaban en derrotar al ejército de Carrera, que contaba sólo con mil quinientos hombres.



15 de enero de 1851: Doroteo Vasconcelos envió una carta, desde la frontera, al Gobierno de Guatemala, “He llegado -decía- a esta ciudad a hacerme cargo del mando en jefe del ejército conforme a la constitución de El Salvador y vengo plenamente autorizado para entenderme con su gobierno en todo lo que conduzca al objeto que ha puesto en armas a los de estos Estados”. El correo llegó el 21 de enero, pero ni tiempo hubo de responder pues el 22 los salvadoreños y hondureños estaban en territorio guatemalteco.



23 de enero: otra carta, para pedir la renuncia del gobierno de Don Mariano Paredes y la expulsión de Rafael Carrera, Comandante de Armas. Además una condición: que los ejércitos de El Salvador y Honduras pudieran establecer bases en Guatemala.



El historiador Lorenzo Montúfar dice que Carrera había mandado a El Salvador, semanas antes, a un presunto comerciante mayorista que en realidad era espía. Además, hizo correr el rumor en Guatemala que los liberales salvadoreños venían a demoler todas las iglesias, para así tener más adeptos para la defensa. "Sin duda Carrera era un tipo inteligentísimo, pues manipuló hasta a la Iglesia para contar con su apoyo", opina Lucila Sierra, directora del Museo del Ejército, en donde está recreada, en una maqueta. La batalla de La Arada definió el poderío conservador en Guatemala por las siguientes dos décadas.



Carrera ubicó sus tropas en la estratégica meseta de San José La Arada, Chiquimula. El 1 de febrero, el general Isidoro Saget, del ejército salvadoreño, ordenó que las fuerzas rodearan a Carrera.





El 2 de febrero, a las 9 de la mañana, ordenó al general Cabañas que atacara. “En ese momento, Carrera hizo un movimiento astuto. Quemó unos cañaverales para impedir el paso a los enemigos por otros flancos. Tuvo suerte porque aquel día el viento soplaba hacia el este. Cabañas estaba “llevando su gente al matadero”, opina el historiador Federico Hernández de León.





Cabañas pidió refuerzos a Saget pero éste sugirió a Vasconcelos la retirada. Más de 500 invasores fueron muertos y 200 capturados. Rafael Carrera fue ascendido a Capitán General del Ejército de Guatemala y en octubre de 1851 volvió a asumir la presidencia de Guatemala.



La Batalla de la Arada en Wilkipedia.



Columna de Aquiles Pinto Flores sobre la Batalla de la Arada



Carlos E. Prahl, La Batalla de la Arada

Maqueta para hacer relación mapa/terreno, construida en el sitio de la batalla.


Monumento conmemorativo de la Batalla de la Arada, frente a lo que fue el campo de batalla.


Placa Conmemorativa


Busto del Capitán General, don Rafael Carrera, en el sitio de la batalla

Fotos de José Adolfo Aguilar (promoción 27, Instituto Adolfo V. Hall Central) tomadas el 30 de enero de 2010.

Fotografías del aniversario de las Fuerzas de Tierra, 2 de febrero de 2010