22 de abril de 2007

Graduación de montaña

Ayer por la noche se llevó a cabo la graduación de montaña de diecisiete nuevos Kaibiles. Se llama graduación de montaña porque se realiza de noche en algún paraje de la selva del Petén, se diferencia de la graduación oficial porque a este momento se llega en condiciones precarias y es un momento místico donde no se encuentra presente nadie que no sea Kaibil.

Los alumnos cumplen una misión táctica que les es asignada. Todos sospechan que el final del curso está cerca pero nadie conoce el momento exacto del final. Cuando cae la noche el instructor que les acompaña en su patrullaje, dentro de una situación ficticia, les reúne para hacerles una crítica de lo ejecutado hasta ese momento. Les indica que no es satisfactorio y que tienen tres horas para descansar y volverán a realizar el ejercicio.

Los alumnos ignoran que mientras reciben estas instrucciones en medio de la oscuridad, a su alrededor se encuentran formados los instructores y el comando de la Brigada de Fuerzas Especiales. Sin saberlo, se encuentran en medio del área seleccionada para la graduación de montaña.

Repentinamente el instructor alza la voz, manda firmes y le informa al comandante que los Kaibiles están presentes en el área de graduación. Antes de que los alumnos Kaibiles puedan darse cuenta, granadas de iluminación y fogatas de gran tamaño se encienden simultáneo al sonido de la explosión de cargas de TNT y ráfagas de armas automáticas. Es su bienvenida al final del curso.

Cuando sus pupilas logran acostumbrarse a la luz, divisan las siluetas de sus instructores y la del comandante, quien de pie frente a ellos les felicita e informa que han llegado al final del curso. A un lado, al parche Kaibil en rústico le hace falta la letra “L”, el comandante tiene en su mano dicha letra y la entrega a los primeros lugares del curso quienes al recibirla corren a colocarla en su sitio acompañados de más explosiones y ráfagas que no logran ahogar los gritos de de los alumnos que lanzan hacia el cielo el lema Kaibil. El curso ha terminado.

A continuación los alumnos empiezan a ser llamados uno a uno para recibir su parche Kaibil. Desde que lo reciben tienen dos minutos para pegárselo como puedan en su hombro izquierdo en la camisa del uniforme. Los más precavidos cargan alfileres o agujas desde hace unos diez días, otros tendrán que buscar alguna clase de espina, que por cierto, abundan en la región donde han estado moviéndose durante los últimos diez días.

El agotamiento, la humedad y el hambre no dejan que en los rostros de los nuevos Kaibiles se note la alegría, la satisfacción y el alivio por haber alcanzado finalmente una de las metas más importantes de su vida militar. Les espera una cena especial, ya sin la presión del curso.

Ahora solo queda pendiente la graduación oficial. A varios kilómetros de distancia, en la espesura de la selva el curso de oficiales logra escuchar las detonaciones. Todos entienden que el curso de la tropa ha terminado y los próximos serán ellos, pero aún faltan varios días. El curso de oficiales dura sesenta días, mientras que el de tropa tarda cuarenta.

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